02 jun 2024
El contrabando de oro, un lastre para las economías africanas
Aproximadamente el 40% del oro obtenido en el continente africano se comercializa de forma ilícita, según la ONG Swissaid.
Esta organización ha estimado que aproximadamente 435 toneladas de oro salieron de África en 2022 sin ser declaradas ni contabilizadas. Esto supone más del doble que hace una década, algo que se explica por los elevados precios del metal áureo. Es una tendencia preocupante, ya que esta práctica supone un robo de ingresos impositivos a naciones con complicadas situaciones fiscales y alimenta la economía informal y los conflictos por los recursos.
Casi la totalidad del oro de contrabando tiene como destino Emiratos Árabes Unidos (EAU), país conocido por sus refinerías auríferas, pese a no disponer de reservas en su territorio. En 2023, EAU fue retirado de la “lista gris” de la Financial Action Task Force, que recoge aquellos territorios en los que se produce lavado de dinero; Swissaid, en su informe, pide que se incluya de nuevo. Los mercados de oro de Dubai y de Londres, que tienen elevados estándares contra el lavado de dinero y de aprovisionamiento responsable, suspendieron la participación de Emirates Gold, una de las mayores refinerías de EAU.
Las Naciones Unidas han denunciado que el contrabando de oro es uno de los principales motores de la guerra civil en Sudán; EAU está acusado de apoyar uno de los bandos, las RSF, a cambio de acceso a las minas auríferas sudanesas. En República Democrática del Congo (RDC), cuyo territorio oriental sufre un eterno conflicto armado originado en su riqueza mineral, la empresa emiratí Primera tiene el monopolio de comercialización y exportación del oro proveniente de explotaciones “artesanales”. Según el Tesoro de EE.UU, la mayoría del oro congoleño se trafica hasta Ruanda, donde luego parte hasta EAU. Se calcula que la RDC pierde 1.000 mill.$ de la exportación de minerales no autorizada.