Modernizarse continuamente es una buena y saludable costumbre y no tiene porqué llevar aparejado acometer una gran revolución en la empresa. Basta con revisar y adaptar
de forma periódica algunas de las principales tareas y cometidos que se desarrollan en los distintos ámbitos y departamentos, para que encajen mejor y consigan unos resultados más efectivos. Veamos algunos de los principales puntos a tener en cuenta.
Potenciar estudios y ventas. Una buena vía para mejorar las ventas es potenciar los estudios de mercado y observar con frecuencia las actitudes y costumbres de los clientes, con el fin de adelantarse a sus necesidades y crear nuevos productos y servicios que les puedan satisfacer adecuadamente. Esto permitirá a la empresa actualizar sus ofertas, lanzar otras nuevas y corregir las desviaciones o errores que se pudieran producir en algunos casos. Los estudios de mercado y el
análisis continuo de los clientes pueden ir acompañados, además, de otras actuaciones como la optimización de los equipos de ventas y la potenciación de los canales de comercialización, extendiendo en mayor medida, por ejemplo, el uso del comercio electrónico.
Reducir costes y mejorar la gestión. Las empresas que buscan maximizar beneficios saben que deben aumentar sus ventas a la vez que reducen costes, algo que solo se puede lograr mejorando la gestión. Para ello, es imprescindible optimizar al máximo todos los procesos y afinar en el control de costes. Una buena estrategia para conseguirlo es el benchmarking, que permite contar con buenas referencias para los productos, servicios y procesos de trabajo, gracias al conocimiento de las mejores prácticas del mercado. Otra estrategia interesante es implementar homologaciones y certificaciones, algo que no solo mejorará el funcionamiento de la compañía sino que también potenciará la confianza entre clientes y consumidores.
Nuevas ideas de marketing. La mejor fórmula para atraer nuevos clientes no es bajar precios, sino renovar la oferta y ofrecer productos más atractivos. Solo así se podrá aumentar la competitividad sin que se resienta la rentabilidad a corto y medio plazo. No obstante, también se puede utilizar en un momento dado la aplicación de descuentos y ofertas económicas puntuales, en forma de revulsivo, con el fin de atraer a más clientes. Otra estrategia para potenciar las ventas es trasladar las campañas de marketing de la compañía a los dispositivos móviles y a las redes sociales, incluyendo comunicaciones, concursos y otras actuaciones en la web, Twitter, Linkedin, Instagram, u otras redes dependiendo del mercado al que nos dirijamos.
Recursos humanos y externalización. La renovación generacional es un elemento fundamental en la modernización de las empresas, ya que los empleados más jóvenes aportan cada vez mayor conocimiento e innovación. Por eso, es básico dedicar una atención especial al funcionamiento del departamento de recursos humanos de la compañía, que debe esforzarse por descubrir continuamente nuevos talentos y formarlos posteriormente de forma adecuada. Pero como no siempre es posible contratar nuevo personal, otra fórmula interesante es la externalización de algunas tareas y la contratación de asesores externos, que seguramente aportarán nuevas ideas y perspectivas al negocio.
Utilizar eficazmente la tecnología. Hoy en día, la tecnología está presente en todos los ámbitos de la empresa, pero su funcionamiento ha de ser eficaz y su presencia debe tener unos objetivos concretos. No hay que olvidar que se trata de un medio para conseguir unos fines, no de un fin en sí mismo, por lo que debe servir para que el negocio funcione de forma más fluida. Una vez que esto está claro, la compañía ha de valorar la inversión que le conviene realizar en aplicaciones, bases de datos, teléfonos inteligentes y otros elementos, y no dudar a la hora de acometerla.