22 sep 2014
Claves para el trabajo en equipo
Aunar empeños para lograr un mismo fin es una estrategia tan antigua como la propia humanidad. Aquello de que la unión hace la fuerza se ha mostrado como una filosofía de actuación cuyos resultados saltan a la vista.
¿Cuáles son las claves para operar en grupo dentro de una empresa?
Para empezar es un importante establecer una cabeza rectora, una dirección, y que exista coordinación. Si no fuera así, cada persona tiraría por su lado y el esfuerzo se dispersaría. También es importante que la comunicación sea fluida, que todos intervengan y hablen. Aunque la decisión final dependa de una sola persona, los equipos de trabajo no son batallones de infantería.
Es bueno tutearse y hacer más sencillo de expresar lo que es difícil de decir. Y, asimismo, que exista coordinación con responsabilidades definidas, evitando que las labores se solapen. Dicho en términos futbolísticos, el portero tiene que estar bajo los tres palos, y el delantero arriba. Cada uno, en su sitio. Es importante buscar una división lógica a la vez que flexible de las tareas. Si alguien lleva años haciendo lo mismo, hay que darle la posibilidad de que cambie de actividad.
La rotación de puestos enriquece a la compañía con nuevas ideas y da amplitud al puesto de trabajo.
Respecto a la persona que actúe como director del equipo, o capitán del mismo, si seguimos utilizando el símil del balompié, debe dejar jugar al mismo, es decir, olvidarse de imponer el ordeno y mando. Y debe ser humilde. Él, y los demás.
Reconocer las buenas ideas del resto es un gol por toda la escuadra. En temas que no dependan de uno, hay que asumir la decisión del grupo como si fuera propia. Se es un equipo con todas las consecuencias. Y si otro mete el tanto, hay que correr y abrazarle- Así lo hacen las plantillas futboleras.
También resaltar que no hay que olvidarse de que el trabajo en equipo es positivo, pero también que perfecto no hay nada. Como las estrellas del balón, habrá días en que la pelotita no quiera entrar. No pasa nada. Vendrá otro día con mayor inspiración.
Pros y contras
Actuar en grupo conlleva una serie de ventajas y de desventajas. En el primer apartado, una de ellas es que la motivación del trabajador se eleva porque se integra en un grupo humano y deja de considerar la empresa como algo frío.
Además, los equipos de trabajo son más productivos porque las sinergias son mayores. Las tareas están divididas pero todos conocen lo que ocurre en otras áreas, y eso favorece una toma de decisiones más coherente.
Otro punto a favor es que los profesionales perfeccionan su carrera, ya que aprenden de sus compañeros. Y, en momentos de presión, los problemas se comparten y el estrés desciende. Por último, la agresividad disminuye y se temen menos los codazos de los demás.
En el lado negativo de la balanza, nos encontramos con que el corporativismo de determinados departamentos frente a otras secciones de la empresa. A veces se crea lo que podríamos definir como fidelidad del voto entre los que integran un mismo equipo.
Si además, por recortes de plantilla u otro tipo de incidencia, se produce la reestructuración del grupo, afectará negativamente a su rendimiento.
Para finalizar, cuando un director de departamento abandona la empresa, esta corre el riesgo de que le vacíen el departamento, ya que siempre tenderá a llevarse a su gente de confianza con él.
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