Oportunidades de negocio en el vehículo eléctrico

La automoción fue uno de los sectores más afectados por la crisis de 2020, hasta el punto de que la caída en la facturación fue del 12,8% con respecto al año anterior. En relación a los beneficios, el desplome interanual fue del 78,8%. Sin embargo, esta industria, una de las más importantes para España en las últimas décadas, tiene sus esperanzas puestas en el vehículo eléctrico. De hecho, el país tiene camino por recorrer, puesto que, según el Barómetro de la Electromovilidad, está por debajo de la media del continente europeo tanto en ventas de coches eléctricos como en puntos de recarga.

Dentro del plan de ayudas previstas dentro del fondo de recuperación europeo Next Generation EU, del que a España le corresponden alrededor de 69.500 millones de euros a fondo perdido, el primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) aprobado por Consejo de Ministros estará centrado en el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado. El objetivo principal es que se genere un ecosistema adecuado para la fabricación y consumo de este tipo de automóviles, fomentando, también, la innovación y la resiliencia tanto de la industria de la automoción como de otras auxiliares que colaboran activamente con ella.

En España, el sector automotriz representa alrededor del 11% del valor añadido bruto de la economía (VAB), siendo por facturación la segunda industria de mayor peso solo por detrás de la de alimentación. En la actualidad, hay 17 fábricas de automóviles activas en el país, siendo el segundo productor en el Viejo Continente. Además, el Gobierno ha adquirido, junto con el resto de Estados miembros europeos, el firme compromiso de conseguir la neutralidad climática para el año 2050. Todos estos elementos contribuyen a hacer del vehículo eléctrico un segmento que, probablemente, crecerá de manera relevante a lo largo de los próximos años, lo que abre, sin duda, la vía a nuevas oportunidades de negocio.

Datos más importantes del PERTE

El PERTE sobre el vehículo eléctrico pretende impulsar una movilidad más limpia y conectada, promoviendo que el sector de la automoción llegue a suponer, en unos años, el 15% del producto interior bruto (PIB) del país. Para lograrlo, impulsará medidas transformadoras de estímulo de la cadena de valor del vehículo eléctrico y conectado. Para que una empresa pueda presentar un proyecto dentro de él, está previsto que se tenga que aliar con otras cuatro, al menos, involucrando a dos o más comunidades autónomas, y acreditando, además, el compromiso de inversión propia y de creación de puestos de trabajo.

En total, este PERTE movilizará en torno a 24.000 millones de euros hasta el año 2023, con una inversión privada de 19.700 millones, mientras que la contribución del sector público será de 4.300 millones. Se espera que su aporte al PIB supere el 1% y que se creen, por lo menos, 140.000 empleos.

Ámbitos potenciales de desarrollo

Entre las posibilidades que existen para una pyme de participar en el sector del vehículo eléctrico, hay algunas que ofrecen unas positivas perspectivas de negocio, como, por ejemplo:

• El desarrollo de apps para encontrar puntos de recarga de los automóviles, marcando tiempo de espera, cuánto se tarda en realizar la carga y si tiene algún coste económico derivado de su uso.
• Incrementar la autonomía de las baterías. Es uno de los eternos problemas crónicos de los vehículos eléctricos. Su todavía limitada autonomía frente a otros medios de transporte desincentiva su compra para muchos potenciales consumidores. Materiales como el grafeno pueden marcar el futuro de la industria.
• Poder instalar cargadores en casas particulares o en las fincas de propietarios. Aunque esto comienza a ser poco a poco una realidad, todavía resulta caro y su mantenimiento está en entredicho. Las empresas que sean capaces de gestionar este segmento de negocio pueden obtener una ventaja competitiva muy importante de cara al futuro.
• Formación para los mecánicos de los vehículos eléctricos. Aunque existen muchos talleres de automóviles en España, hay poco capital humano realmente formado en automóviles eléctricos. Sin lugar a dudas, esta será una profesión en auge en los próximos años.
• Servicio a domicilio de cambio de baterías. Igual que nos hemos acostumbrado a recibir cualquier paquete de lo que adquirimos por Internet, qué mejor que disponer de un servicio permanente de reparto de baterías eléctricas, de manera que si se acaba la vida útil de la del vehículo podamos cambiarla en muy poco tiempo.
• Alquiler de coches eléctricos. Poder alquilar un coche en una ciudad para un rato es algo habitual pero no lo es tanto alquilarlo durante varios días para, por ejemplo, hacer turismo. La tendencia hacia un mundo cada vez más sostenible hace que este tipo de mercado vaya ganando peso, lo que puede suponer una interesante oportunidad de negocio para la próxima década.