11 jun 2019
Singapur destrona a EEUU como economía más competitiva del mundo
La ciudad-estado gana por su avance digital, su red de infraestructuras, la alta cualificación laboral, sus leyes migratorias y su agilidad para crear negocios.
Las ventajas competitivas de la ciudad-estado de Singapur vuelven a dominar una clasificación de prestigio internacional. En este caso, el de la escuela de negocios suiza IMD, que elabora este ranking desde 1989, y en el que diagnostica a 63 economías de todo el mundo a través de 235 indicadores diversos que conforman la base de sus dictámenes en materia de competitividad. Y que acumulan desde análisis macroeconómicos -tasa de desempleo, crecimiento económico o gastos estatales en salud o educación- hasta datos surgidos de encuestas a directivos de firmas internacionales, a información sobre políticas de cohesión, avances en globalización o la lucha contra la corrupción.
Todos ellos -los 235- se encuadran en cuatro grandes bloques: desarrollo económico; infraestructuras; eficiencia gubernamental y eficacia empresarial. Del resultado de este estudio, se deduce que Singapur, por sus avances en redes tecnológicas y de transporte y en la digitalización de los negocios, junto a sus altas calificaciones sobre cualificación laboral o en relación a sus leyes de inmigración, favorables a la admisión regulada de extranjeros, o sus eficientes leyes para emprender negocios, ha logrado abanderar, en el top-one, a las economías más competitivas por primera vez desde que lo logró por primera ocasión, hace ya nueve años.
La ciudad-estado sustituye en el primer puesto a EEUU, cuya economía retrocede dos puestos en este ranking en relación a la clasificación de 2018. Esencialmente, por las dudas que suscita la rebaja fiscal de Donald Trump, en materia recaudatoria, con caídas de ingresos en los últimos trimestres, en una etapa en la que el déficit presupuestario se expande por los amplios recursos destinados a Defensa y Seguridad, por un lado. Y, por otro, por la pérdida de vigor exportador del sector de alta tecnología en el último ejercicio fiscal.
En medio de esta disputa por el cetro de la competitividad surge Hong-Kong, que mantiene la plata del pódium del informe de 2018, y cuyo orden de méritos más sobresaliente son el clima impositivo y empresarial idóneo para hacer negocios y las facilidades de acceso a financiación empresarial. Singapur y Hong-Kong abanderan a un nutrido grupo de mercados asiáticos que conservan una elevada puntuación global a sus economías.
De hecho, 11 de las 14 naciones que se incluyen en el ranking de la escuela de negocios suiza han mejorado o, al menos, preservado sus posiciones del año precedente. En este año de alta incertidumbre en los mercados globales, de fulgurantes transformaciones en el horizonte político internacional y de guerras comerciales, la calidad de las instituciones son elementos imprescindibles para incrementar la prosperidad, asegura Arturo Bris, director del IMD World Competitiveness Center, desde donde se compilan la información del ranking. El estudio se acompaña de un diagnóstico específico de cada uno de los países analizado.
Indonesia
Marcó uno de los saltos más determinantes en Asia. Nada menos que once puestos, hasta el peldaño trigésimo segundo. La segunda mayor economía del Sudeste Asiático -después de Corea del Sur- propició su mejoría en los avances en eficacia burocrática, en infraestructuras y en las condiciones para emprender negocios.
Tailandia
Ganó cinco puestos, hasta el 25, gracias al alza de la inversión extranjera directa y el repunte de sus ratios de productividad. Por contra, Japón perdió cinco puestos, debido al anémico comportamiento de su economía, al elevado nivel de deuda y al debilitamiento de su clima empresarial.
En Europa, el panorama es variopinto.
Reino Unido cae del veinte al treinta por la incertidumbre sobre el Brexit; Noruega se baja del top-ten, mientras Dinamarca y Holanda, que retroceden dos peldaños, se mantienen dentro de las diez economías más competitivas. Irlanda avanza cinco lugares, hasta el séptimo mejor registro. Mientras Suiza avanza uno y consolida su liderazgo en Europa. España se sitúa en el puesto 36, igual que en el informe de 2018. Aunque, sin ninguna duda, el mayor protagonismo se lo lleva
Arabia Saudí
Con trece puestos de avance, hasta el lugar 26, debido al enorme esfuerzo inversor en Educación. Tres economías americanas -Brasil, Argentina y Venezuela- cierran los cinco últimos lugares del ranking.
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