15 oct 2023

Acuerdo clave de reestructuración de la deuda con China

Sri Lanka afirma haber llegado a un acuerdo con el Exim Bank de China sobre los términos y principios esenciales para la reestructuración de su deuda, un paso clave para desbloquear el segundo tramo de financiación dentro del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional, destinado a rescatar a la nación insular de una grave crisis económica.

En un comunicado emitido el pasado 11 de octubre, el Ministerio de Finanzas declaró que el acuerdo con China cubre 4.200 mill.$ de deuda pendiente y constituye un paso importante hacia la recuperación económica de Sri Lanka. Según el comunicado, el acuerdo proporciona, además, el espacio fiscal necesario para que Sri Lanka aplique su programa de reformas económicas. La reestructuración con China debería facilitar las negociaciones con el resto de acreedores, como reconocen las propias autoridades, que: "… esperan que este logro histórico sirva de anclaje para su compromiso en curso con el comité oficial de acreedores y los acreedores comerciales, incluidos los tenedores de bonos". Recordemos que la falta de avances en la negociaciones sobre la deuda era uno de los dos puntos que llevaron el mes pasado al equipo del FMI a no aprobar el siguiente tramo de financiación de 330 mill.$ previsto en el acuerdo. Japón, India y Francia afirman no haber sido informados del acuerdo y han pedido que se les apliquen las mismas condiciones que a China en las conversaciones de reestructuración. China acostumbra a cerrar este tipo de acuerdos en secreto y a mantener los detalles en privado. Sri Lanka ha declarado que todos sus acreedores recibirán el mismo trato y ha pedido a los prestamistas que reduzcan la deuda pendiente en un 30%. El otro punto de desacuerdo con el FMI giraba en torno a la escasa generación de ingresos fiscales, algo complejo debido a la coyuntura económica y la extremada impopularidad de estas medidas. En efecto, está aumentando el descontento de la opinión pública tanto con el Ejecutivo como con el FMI por los esfuerzos del Gobierno para aumentar los ingresos mediante la revisión de las tarifas eléctricas y la imposición de nuevos impuestos sobre la renta a profesionales y empresas.

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