Con cautela

En él, se analiza cómo ha cambiado el mercado europeo y mundial del GNL desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022. El informe señala que, aunque la UE ha logrado sustituir el gas ruso del gasoducto por importaciones de GNL, aún existen riesgos para su abastecimiento energético. De hecho, pese a que el gas ruso sólo llega por el gasoducto que atraviesa Ucrania, el Yamal, las importaciones de GNL procedentes de Rusia supusieron el 16% de las compras totales. Por ello, la Agencia alerta del riesgo de que se prohíban las importaciones de GNL ruso, antes de que se aseguren otras fuentes de suministro. A este contexto se le suma, además, la inminente expiración del contrato de tránsito del gasoducto del Yamal, que concluye a finales de 2024 y que supone alrededor del 4% del consumo anual europeo. Una reducción de las importaciones de GNL y la paralización del suministro procedente del Yamal podría provocar otra crisis energética como la que atravesó el bloque en 2022, cuando los precios se dispararon por encima de los 300 €/KWh.