Continúan las protestas

Además, 14.000 han sido arrestados por las fuerzas de seguridad. El tribunal revolucionario iraní anunció la semana pasada que 1.000 manifestantes serán procesados en las próximas semanas. Algunos de los detenidos se enfrentan a delitos de “guerra contra Dios”, “corrupción en la Tierra”, y “lucha contra el Gobierno islámico”; todos ellos castigados con la pena de muerte. A pesar de la represión adoptada por las autoridades, las protestas a lo largo de todo el país continúan, encabezadas por la población joven, especialmente por las mujeres. Sin embargo, a día de hoy resulta extremadamente difícil que las movilizaciones vayan a desestabilizar al régimen de los ayatolás y de la Guardia Revolucionaria. A diferencia de las manifestaciones que dieron lugar al derrocamiento del Sha, en 1979, la actual ola de indignación carece de personalidades y/o líderes políticos que capitalicen el descontento de la población. Buena parte de la denominada ala reformista del país fue neutralizada con arrestos masivos durante las movilizaciones que estallaron en 2009. A esto se une la dificultad de mantener en el tiempo las protestas en un clima de extrema violencia, efectuada, en muchas ocasiones, por la milicia paramilitar de los basiyís, ligada a la Guardia Revolucionaria.