07 ene 2024
El Estado Islámico, de nuevo
En medio de la crisis que sacude a la región de Oriente Medio, Irán sufrió el pasado 3 de enero el atentado más mortífero desde la creación de la República Islámica, con 84 personas fallecidas y más de 200 heridos.
Un ataque, además, lleno de simbolismo. Las dos explosiones se produjeron en las inmediaciones de la ceremonia que conmemoraba el aniversario del asesinato -mediante un ataque efectuado por drones estadounidenses en Irak- del comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, Qasem Soleimani, considerado una figura clave en la ramificación de la influencia de Irán en países como Irak, Líbano y Siria. El Estado Islámico se ha atribuido la autoría del atentado. Según las declaraciones difundidas por el grupo yihadista, las detonaciones fueron perpetradas por dos terroristas suicidas. La injerencia del Estado Islámico en Irán no es nueva. En 2018 reivindicaron la autoría del atentado durante un desfile militar en la ciudad de Ahvaz, y, en 2022, llevaron a cabo otro ataque en la ciudad de Shiraz. Se cree que detrás de estos ataques está la rama del grupo yihadista en Afganistán, conocida como ISIS-K, por sus siglas en inglés. Ante el grave fallo en la seguridad, las autoridades persas han reforzado el despliegue de unidades militares a lo largo de la porosa frontera con Afganistán. Asimismo, más de treinta personas han sido arrestadas en las últimas horas por su supuesta vinculación.