Escasez de dólares

Bolivia ha estado experimentando grandes salidas de depósitos en dólares estadounidenses desde principios de marzo, hasta que los bancos, ante la falta de liquidez, decidieron interrumpir la provisión de dólares, en teoría hasta primeros de mayo. Las reservas de divisas se situaban en 3.500 mill.$ el pasado mes de febrero, de los cuáles únicamente 372 mill.$ eran divisa extranjera, el resto se encuentra invertido en oro. Desde entonces se desconoce el volumen de reservas, ya que las autoridades dejaron de publicar las estadísticas, lo que ha avivado el pánico entre la ciudadanía y disparó la demanda de divisas. El gobierno ha propuesto adoptar la “Ley del oro”, por la que el Banco Central podría comprar la producción de oro a los mineros en moneda local al tipo de cambio oficial para después reconvertirlo a divisa extranjera. Sin embargo, no cuenta con el apoyo del Congreso para sacar la medida adelante. Desde 2011, Bolivia mantiene un tipo de cambio fijo, establecido en 6,96 bolivianos por dólar, que en la actualidad se encuentra muy sobrevaluado, lo que obligado a las autoridades a emplear las reservas tratando de defender la paridad.  Además, ha tenido que hacer frente al incremento del precio de las importaciones energéticas, ya que, a pesar de contar con importantes reservas de gas, la falta de inversión en los proyectos extractivos le obliga a suplir con importaciones parte de su demanda (la producción ha caído más de un 30% desde 2014). Esto se une al elevado gasto público en programas sociales y subsidios. Se especula con la posibilidad la devaluación del boliviano, del orden del 25-30% en la segunda parte del año, aunque, de momento, las autoridades niegan que vayan a recurrir a esta medida.