Estado de desastre por la crisis energética

Esta medida se ha visto acompañada del nombramiento de un nuevo ministro de Energía y de exenciones fiscales para empresas que produzcan su propia energía. Los cortes en el suministro eléctrico son una constante en el país desde 2008, pero en el último año se han intensificado. Entre las promesas electorales de Ramaphosa estaban el incremento de la capacidad de generación y la renovación del monopolio de la empresa pública de energía Eskom, algo que no se ha cumplido. Aunque el nuevo ministro de Energía ha declarado que la crisis se solventará en los próximos 6 a 12 meses, el director de Eskom ha reconocido que los apagones generalizados se mantendrán hasta, por lo menos, 2025. El impacto económico de esta crisis es elevado, y ya ha conducido al recorte de las previsiones de crecimiento del país en 2023, que han pasado del 1,1% al 0,3%. Esta situación está menoscabando la popularidad del gobierno de Ramaphosa, que el año que viene intentará renovar su mandato en las elecciones generales. El principal partido opositor, Alianza Democrática, ha anunciado que peleará en los tribunales la declaración de estado de desastre, ya que, según su líder, ello dará nuevos poderes al partido de Ramaphosa para “saquear el país sin supervisión parlamentaria”. Como se recordará, el presidente ha estado recientemente implicado en un escándalo de corrupción.