Estado de emergencia

Esta condición, que refuerza los poderes de las fuerzas de seguridad, se prolongará al menos 14 días. El Primer Ministro, James Marape, también anunció que el jefe de policía, David Manning, había sido suspendido junto con otros altos cargos de los departamentos de Finanzas y Hacienda, en medio de una investigación sobre los disturbios, que se originaron con una disputa por las nóminas de la policía y otros funcionarios públicos que terminaron en un huelga de los cuerpos de seguridad. Asimismo, Marape instó a los jóvenes de entre 16 y 30 años que no trabajan ni estudian a que se pongan en contacto con sus respectivas autoridades locales para que les ayuden a encontrar empleo. Esto se debe a que los disturbios y saqueos en la capital, Port Moresby, han sido achacados al alto desempleo juvenil. Por otra parte, el ministro de Telecomunicaciones, Timothy Masiu, ha anunciado que el Gobierno podría cerrar las redes sociales si la gente hace un mal uso de ellas durante el estado de emergencia, lo que se sumaría a otras medidas severas, como registros de propiedades privadas. Las medidas adoptadas restablecerán, con toda probabilidad, la seguridad a corto plazo, pero la exposición de los problemas estructurales a raíz de los disturbios podría desalentar la incipiente inversión extranjera. Entre estos problemas se encuentran la corrupción endémica, las presiones económicas y demográficas, así como las limitaciones en las capacidades de las fuerzas de seguridad.