La izquierda vuelve al poder

Lo ajustado del resultado evidencia la extrema polarización del electorado, que debía elegir entre dos modelos antagónicos. Durante la jornada electoral, la Policía Federal de Tráfico realizó al menos 560 intervenciones en diversas carreteras del país, a pesar de que las autoridades electorales habían prohibido cualquier operación policial que pudiese afectar el transporte público de los electores. La campaña de Lula ha denunciado que dichas retenciones se produjeron sobre todo en el noreste del país, el mayor bastión electoral de la izquierda. Sin embargo, el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) ha explicado que si bien pudieron retrasar llegada de los electores, en ningún caso les impidió ejercer su voto. En este punto conviene destacar que han sido las elecciones con mayor participación de la historia del país, cerca de un 80% lo que supone un total de 124 millones de personas.

│Lula promete unidad y Bolsonaro guarda silencio

En sus primeras palabras tras conocer su victoria, Lula se ha comprometido a “encontrar una salida para que el país vuelva a vivir democráticamente". Ha prometido unidad, reiterando que "no existen dos Brasiles. Somos un único país”. Entre sus principales objetivos ha destacado acabar con el hambre, fortalecer la lucha contra la violencia machista y hacer frente al racismo y a la discriminación. En un claro giro con respecto a su antecesor, ha destacado que Brasil retomará su protagonismo en la lucha contra la crisis climática, con una clara alusión a la protección de la Amazonia. Bolsonaro, por el momento, ha evitado comparecer en público ni tan siquiera para dar las gracias a los 58 millones de simpatizantes que le han dado su apoyo. Tampoco se ha manifestado a través de las redes sociales ni ha llamado a Lula da Silva para reconocer la derrota. No obstante, figuras importantes del bolsonarismo sí han reconocido la victoria de Lula. Los titulares de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, y del Senado, Rodrigo Pacheco, así como de los magistrados del Tribunal Supremo han felicitado al líder del PT. La próxima legislatura será compleja en términos de gobernabilidad. A la elevada fragmentación del parlamento se suma que Lula se enfrenta a un Legislativo con un predominio de partidos de derecha y donde el Partido Social Liberal de Bolsonaro cuenta con la mayor representación. Ello dificultará la aplicación de reformas muy necesarias y podría penalizar la confianza empresarial y la inversión, exacerbando la desaceleración económica.