14 abr 2024
La junta militar prohíbe la actividad política
Las autoridades malienses han anunciado la suspensión indefinida de toda actividad de partidos y asociaciones políticas, en respuesta a la condena realizada por estos mismos grupos, organizaciones civiles y defensores de los derechos humanos, a la decisión de la junta militar de mantenerse en el poder.
El plazo límite oficial de la transición democrática se cumplió el pasado 26 de marzo, sin ningún comunicado por parte de los militares ni ningún avance en el proceso. Las elecciones presidenciales se pospusieron de forma indefinida el pasado septiembre, y no se espera que se vayan a celebrar en el corto plazo: la junta intentará posponer la transición al régimen civil lo máximo posible. Pese a ello, los líderes militares siguen gozando de bastante popularidad, especialmente en los centros urbanos, basándose en una retórica de soberanía y seguridad. No obstante, están perdiendo apoyos entre la clase política; así, en lo que parece una muestra de inseguridad, la junta está intensificando su campaña de represión contra la oposición. En marzo, disolvió la CMAS (Coordinación de Movimientos, Asociaciones y Simpatizantes) del influyente imán Mahmoud Dicko, uno de los principales opositores al gobierno militar, acusando al grupo de “amenazar la seguridad pública”. Numerosas organizaciones internacionales, entre ellas la Unión Africana, han condenado la decisión de prohibir la actividad política en el país.