13 feb 2022
Negociaciones constructivas
Londres y Bruselas continúan renegociando los términos de su relación post-Brexit. En concreto, llevan meses tratando de resolver sus diferencias acerca de la aplicación del Protocolo de Irlanda del Norte.
Recordemos que, conforme a lo firmado en el Acuerdo de Salida, Irlanda del Norte sigue perteneciendo al mercado único europeo mientras que el resto del país se encuentra fuera del bloque. Una situación que ha obligado a imponer una frontera en el mar de Irlanda para controlar la llegada de productos a los puertos norirlandeses. La medida ha agravado las tensiones entre el Ulster y Londres y, de hecho, fue el motivo por el que el primer ministro norirlandés, Paul Givan (del partido unionista DUP), dimitió hace unas semanas. El próximo 5 de mayo los norirlandeses están llamados a elegir a un nuevo Ejecutivo y, sin duda, el Protocolo de Irlanda del Norte monopolizará la campaña electoral. Conscientes del impacto que la aplicación del Protocolo está teniendo a nivel interno, Londres está tratando de resolver esta disputa con la UE lo antes posible. Así pues, por primera vez Reino Unido abre la puerta a la imposición de controles en los puertos norirlandeses. No obstante, apuesta por rebajar al máximo los trámites burocráticos de forma que causen la mínima disrupción posible. Se trata de la primera concesión que hace Londres desde el comienzo de las negociaciones, el pasado mes de octubre pese a que, en paralelo, el gobierno británico continúa con la preparación de un plan de contingencia por si las conversaciones culminan sin acuerdo.