Pekín mueve ficha en la guerra tecnológica

Según un comunicado de la Administración del Ciberespacio de China, va a revisar las importaciones de productos para garantizar la seguridad de su infraestructura de información y prevenir los riesgos. Micron Technology es el mayor fabricante estadounidense de chips de memoria. Sus acciones cayeron un 4% en Estados Unidos tras el anuncio. La industria de los semiconductores está en el centro de la disociación económica entre las dos superpotencias mundiales. En octubre del año pasado, Washington introdujo una nueva batería de controles en un esfuerzo por frenar los avances de China en inteligencia artificial y superordenadores. Washington ha logrado, además, que dos importantes países productores, como son Países Bajos y Japón, se hayan unido a Estados Unidos en la imposición de restricciones. Las acciones contra Micron son un claro signo de que Pekín comienza a preocuparse seriamente por el impacto de las medidas tomadas por Estados Unidos en el plano tecnológico, pero pone de manifiesto también que carece de respuestas efectivas dentro del sector. Es posible que China recurra a imponer medidas en otros sectores, como el de las tierras raras, para responder, pero ello podría dañar el intento reciente de mejorar el clima general de inversión privada extranjera. Por otra parte, la semana pasada el Banco Mundial advertía de que la desvinculación tecnológica y las restricciones comerciales derivadas de las tensiones entre EE.UU. y China están perjudicando la innovación en ambas superpotencias, lo que supone una amenaza a largo plazo para el crecimiento en toda Asia.