08 nov 2020
Primera recesión en 22 años
La economía más grande del sudeste asiático ha entrado en recesión técnica por primera vez desde 1999, cuando se vio sacudida por la crisis financiera asiática.
A pesar de su reconocida fortaleza, las restricciones a la movilidad han hecho mella en el consumo y la inversión lo que ha provocado una caída del PIB del 3,5% en el tercer trimestre que se suma al retroceso del 5,3% del PIB entre abril y junio. Indonesia, el país con más casos y muertes de la región, está teniendo grandes dificultades a la hora de rastrear y contener al virus. Precisamente, las expectativas de crecimiento para el 2020 han sufrido una revisión a la baja (se prevé una caída del PIB del 1,5%) Para tratar de atenuar las dramáticas consecuencias económicas de la crisis sanitaria, el Banco Central ha recortado los tipos interés en cuatro ocasiones desde noviembre por un total de 100 puntos básicos, hasta situarlos en un 4%. Además, ha aplicado un programa de compra de activos para poder financiar los gastos derivados de las medidas de apoyo a los sectores más vulnerables. Para retener la confianza de los inversores internacionales ante una medida tan excepcional, el ministro de finanzas, Indrawati, ha asegurado que dicho programa de quantitative easing solo será aplicado en el corto plazo. Por su parte, el presidente Widodo ha introducido una ley ómnibus dirigida a estimular la inversión mediante una serie de reformas: reducción del impuesto de sociedades del 22% al 20%, eliminación del impuesto a dividendos, reducción del pago por despido, mayor facilidad para realizar contratos temporales y nuevos criterios para el salario mínimo, que deberá vincularse o a la inflación o al crecimiento económico, pero en ningún caso a ambos. Además, se ha dificultado la posibilidad de demandar a corporaciones por daños medioambientales. Estas polémicas reformas, aunque fueron apoyadas incluso por buena parte de la oposición en el parlamento, cuentan con el firme rechazo de ecologistas y sindicatos, lo que llevó a una huelga general a principios de octubre que duro tres días y reunió a 2 millones de manifestantes.