Con el fin de modernizar el Instituto Español de Comercio Exterior, más conocido como ICEX (
www.icex.es), el Gobierno ha aprobado su reforma con el fin de convertirlo en una entidad pública empresarial. ¿El objetivo? Reforzar su capacidad financiera y de gestión para impulsar la internacionalización de las empresas. Los antecedentes del cambio hay que buscarlos en el Real Decreto Ley 4/2011, de 8 de abril, de medidas urgentes de impulso a la internacionalización que fue posteriormente convalidado por el Congreso de los Diputados con 180 votos a favor y 136 abstenciones.
La iniciativa, que ha partido del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (
), pretende dinamizar el sector exterior y acelerar el afianzamiento de la recuperación económica. Porque aunque el ICEX ha sido la entidad de referencia en el apoyo a las empresas españolas que han dado el salto al exterior durante la última década, era necesario dotarle de una mayor flexibilidad y una mayor capacidad de gestión de los fondos, cada vez más mermados, que recibe del Estado, para así aprovechar al máximo tanto su operatividad como su servicio a las empresas. Además, desde su nacimiento hace más de 30 años, todavía no había sufrido ninguna reforma a pesar de los cambios profundos que se han producido en la economía y en las compañías españolas, así como en el entorno (tanto nacional como internacional), en el cual el ICEX desarrolla su actividad.
De esta manera, el instituto pasará de ser un mero agente cofinanciador de empresas en el exterior a fondo perdido a un prestador de servicios de alto valor añadido y ente financiador de los proyectos viables que se presenten. El aumento de la base exportadora española, compuesto por unas 120.000 empresas, es uno de los objetivos prioritarios del ICEX, teniendo como meta futura incrementar dicha base en unas 3.000 empresas más cada año.