12 jun 2022
Qué son y para qué sirven los ratios financieros en una empresa
Elaborar un plan económico (o business plan, en inglés) que evalúe la viabilidad financiera de una empresa suele abrumar a cualquier emprendedor. Normalmente, se inicia un negocio basándose en sus ideas y en el conocimiento acerca de un sector, sin tener demasiado claro la rentabilidad y ratios financieros del proyecto que está a punto de comenzar. Sin embargo, el análisis contable previo puede ayudar no sólo a comprender mejor aspectos relacionados con la empresa, sino, también, a aportar luz y expectativas a posibles inversores que puedan querer entrar a formar parte.
¿Qué son los ratios financieros y por qué son importantes?
Los ratios financieros son uno de los indicadores clave para valorar la situación financiera de una compañía y gestionarla acorde con los resultados. Se obtienen a partir de un cociente que compara la situación económica de la empresa con valores que son considerados aceptables u óptimos en el sector. Estos indicadores de valor comprenden diferentes métricas del negocio, aunque entre ellos destacan los ratios de rentabilidad económica, de liquidez, de solvencia, o de eficiencia, entre otros.
Principales ratios financieros y fórmulas para calcularlos
La importancia del análisis de los ratios financieros es el método más objetivo para analizar la salud financiera de una empresa. En realidad no son más que una serie de indicadores que relacionan las magnitudes extraídas de los estados financieros, pero que fundamentalmente, son la herramienta adecuada para medir e interpretar los valores anteriormente mencionados.
A continuación, señalamos algunos de los ratios financieros más importantes:
- Rentabilidad económica y financiera
- Liquidez
- Solvencia
- Eficiencia
Rentabilidad económica
Sirve para explicar el rendimiento logrado por las inversiones de la empresa con independencia de las fuentes de financiación que emplee. Es el ratio más indicado para juzgar la eficiencia de la gestión empresarial. Para su cálculo, simplemente hay que multiplicar nuestro margen de beneficio sobre las ventas entre la rotación de los activos.
Fórmula para calcular la rentabilidad económica (ROA):
ROA = Margen x Rotación
Rentabilidad financiera
El ratio de rentabilidad financiera indica la rentabilidad de la inversión de los accionistas de una empresa. Para realizar este cálculo es necesario relacionar el beneficio neto que proporciona la empresa con los recursos propios facilitados por el inversor.
Fórmula para calcular la rentabilidad financiera (ROE):
ROE = (Beneficio Neto / Recursos Propios) x 100
Liquidez
Para conocerla, se utiliza el ratio de circulante, que pone en relación el volumen de activos corrientes y las deudas a corto plazo. En general, se considera que una empresa presenta estabilidad financiera si la diferencia entre ambas magnitudes es positiva. En cualquier caso, independientemente del resultado que se obtenga, conviene compararlo con otros competidores para evaluar la referencia media del sector y obtener una respuesta definitiva sobre si estamos haciendo o no las cosas bien.
Fórmula para calcular la liquidez (el ratio circulante):
Ratio Circulante = Activo Corriente / Pasivo Corriente
Ratio de Solvencia o endeudamiento
Permite predecir si la empresa podrá llegar a tener problemas de pago en el largo plazo. Su principal ratio es el ratio de endeudamiento, que pone en relación el volumen de deuda con respecto al patrimonio neto.
Fórmula para calcular la solvencia (endeudamiento):
Ratio Endeudamiento = Deuda Total / Patrimonio Neto
Eficiencia
Se mide gracias al ratio de rotación, que analiza la rentabilidad económica de una empresa a partir del cociente entre las ventas y el total de los activos. De este modo, se mide la capacidad de generar ingresos y, por lo tanto, beneficios.
Fórmula para calcular la eficiencia (rotación de activos):
Rotación Activos = Ventas / Activo Total
¿Para qué sirven los ratios financieros?
Un plan financiero bien definido aporta conocimiento clave para prevenir uno de los problemas más habituales y graves en cualquier empresala falta de liquidez. Su información es crítica para poder hacer frente a los cuatro principales objetivos financieros de cualquier negocio:
- Rentabilidad: es la capacidad de generar beneficio, teniendo en cuenta el capital invertido. Aunque lo habitual es que las empresas no sean rentables al inicio de su actividad, es fundamental para su viabilidad que sí lo sean en el medio plazo.
- Liquidez: posibilita hacer frente a las obligaciones financieras inmediatas, mediante un adecuado nivel de efectivo. Mantener inventarios elevados o un excesivo nivel de compromisos de pago afectan negativamente a la liquidez.
- Eficiencia: mide la productividad de los activos, o, dicho de otro modo, la capacidad de una empresa para generar ingresos y beneficios. Mantener en circulación los distintos elementos de un negocio incrementa, en principio, la posibilidad de aumentar la facturación.
- Solvencia: tiene como objetivo más importante el mantener bajo el volumen de deuda. En este sentido, el grado de apalancamiento financiero (que es el peso de la deuda en relación a los fondos propios de una compañía) es su elemento fundamental.
¿Cómo interpretar los ratios financieros?
A pesar de lo que pueda pensarse en un inicio, es bastante sencillo obtener estos ratios financieros, que no dejan de ser números basados en un análisis contable. Sin embargo, la principal complejidad llega en el momento de plantear qué hacer con ellos, es decir, de sacarles utilidad.
Dado que el principal objetivo es obtener una fotografía real acerca de la gestión financiera de una empresa, lo más oportuno resulta comparar los resultados obtenidos, que puede llevarse a cabo desde tres perspectivas distintas:
- En relación a distintos momentos de la vida de la compañía
- Frente a otra entidad, preferentemente un competidor en el mismo mercado local
- Como promedio de una industria localizada geográficamente
Nunca debe olvidarse que uno de los motivos por los que se decide a hallar estos ratios financieros es para conocer las debilidades de una empresa. Que deriven a desarrollar una estrategia correctora en el caso de que haya cosas que no se estén haciendo bien. De su estudio pormenorizado, es posible que se alcancen conclusiones que nada tienen que ver con la gestión financiera propiamente dicha, pero que demuestren que hay problemas que deben ser atajados, como, por ejemplo, relacionados con la estrategia y el alineamiento de los recursos de la compañía, con las políticas con los clientes y stakeholders, con la imagen y reputación de nuestra marca en el mercado, o, incluso, con el ambiente laboral y las relaciones entre los empleados y el comité de dirección.
Si quieres seguir leyendo noticias relacionadas con el negocio y las gestiones empresariales, visita nuestro blog Asesores de Pymes.
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