Reforma impositiva en mantillas

El pasado 8 de noviembre el Senado aprobó la modificación del proyecto de ley sobre la reforma de los impuestos al consumo, que deberá pasar de nuevo por la cámara baja para su aprobación final, previsiblemente antes de fin de año. El objetivo de la ley es simplificar la notoriamente compleja estructura impositiva, así como desplazar la carga del impuesto de la producción al consumo. Para ello, se prevé condensar, a lo largo de un periodo de transición de 50 años, las diversas figuras fiscales ahora existentes en dos impuestos sobre el valor añadido, uno federal y otro a nivel de los estados. Habrá también un impuesto especial que se aplicará a los bienes que se consideren dañinos para la salud o pera el medio ambiente. Por último, se prevé establecer un fondo de compensación federal para suavizar las desigualdades entre los diferentes estados. Esta reforma acompaña a otras que se están acometiendo, por ejemplo las relativas a las ventajas fiscales a las inversiones offshore. Teniendo en cuenta el desarrollo legislativo que implicará su puesta en marcha, y el largo período de transición previsto, el impacto de la reforma no será palpable en el corto plazo.