Introducción En la última década, a medida que se ha hecho evidente el auge de la economía china y su creciente peso en la escena in-ternacional, la diplomacia exterior del gi-gante asiático ha ido cambiando, al tiem-po que lo hacía la propia visión tanto del Ejecutivo como de la población sobre su propio país y su posición en el mundo. La tradicional política de ascenso pacífico ha dado paso a una actitud más enérgi-ca, con tintes en ocasiones nacionalistas, que ha pasado a conocerse como la di-plomacia del “lobo guerrero”. En paralelo, ha ido creciendo el recelo de los países occidentales, especialmente de Estados Unidos, ante la potencial amenaza del ascenso chino. Esto está suponiendo un cambio drástico en el escenario interna-cional que tiene enormes implicaciones y riesgos, no solo por la creciente rivali-dad China-Estados Unidos en todas sus variantes (comercial, tecnológica, militar y financiera), también está dibujando un nuevo panorama de relaciones interna-cionales en todas las regiones del mun-do, que en algunos aspectos represen-ta una vuelta al enfrentamiento de blo-ques de la guerra fría, y que, como ve-remos, está redibujando un nuevo mapa de alianzas en el continente asiático. CHINA: UN NUEVO ORDEN INTERNACIONAL